miércoles, 21 de marzo de 2018

Llueve...

Sí, es un tópico. Sí, hacía falta. Sí, ya está bien de hastag #estonoeslondres. Pero es que un escritor no se puede resistir al encanto del agua tras los cristales. En fin, que dejaré esto a nuestros pequeños escritores antes de ahogarme en mis propias palabras.

LLUVIA
Llueve… Piensa que esa lluvia que cae del cielo gris es incomparable a la que la melancolía hace caer sobre su corazón. Siempre ha pensado que unas gotas de agua incitan a otras a hacer estelar aparición en sus ojos. Por eso, todos los días que llueve, llora. Y las lágrimas reflejan que en este momento, la tristeza es dueña de su vida. Las lágrimas muestran que no ha podido vencer a los duros golpes que ha recibido. Se lamenta pues cuando lo ha intentado, el peso de un mundo que no es capaz de recordar sin la compañía de esa persona, le derrota. Por eso, la melancolía que le causan los recuerdos de un mundo en el que fue feliz y en el que ahora está convencido de que nunca podrá serlo y la impotencia de no poder vencer al mundo, hacen que los días lluviosos, le traigan a la mente el recuerdo de una carretera que hace muchos años, cuando se ahogaba bajo la torrencial lluvia, se tiñó de sangre.
Juan Diego, 4º ESO

LA DESAPARICIÓN DE GABRIEL
Llueve desde esta mañana y solamente han pasado desgracias, me han dicho las notas y he suspendido dos, lo peor es que mi amigo me ha estado ayudando y se a disgustado un montón conmigo, aunque no me lo ha dicho se nota, esta mañana por ejemplo me dice.
-Gabriel, tranquilo vas a recuperarlas no te tienes que sangrar.
Yo sabía que en el fondo estaba decepcionado por eso esta evaluación voy a intentar…  Que digo intentar voy a hacerlo, a sacar todo 8 y 9. Todo esto lo pensaba de camino a mi casa, la lluvia me caía por el pelo y la ropa se pegaba al cuerpo. Cuando llegue a casa mi madre estaba cocinando pensativa la di un beso y me fui a mi cuarto, allí estaba mi hermano con el móvil mientras se suponía que estaba estudiando hablé con él  un rato y después me puse a estudiar al salón. Necesito unas vacaciones, llevo toda mi vida angustiado que si el divorcio que si mi hermano que si mi madre con mi familia etc. De repente un sonido que no puedo describir empezó a sonar en el descansillo, fui a ver que era y vi una cabina azul de policía, la habría reconocido en cualquier lugar era la TARDIS una máquina del tiempo y del espacio, de ella surgió una mujer de unos treinta años con una sabiduría en el rostro y me dijo lo que llevo deseando oír en años.
- ¿Quieres unas vacaciones?, quiero decir, ¿ser mi acompañante por todo el universo?
- Sí.
En ese momento mi vida acabó, mi madre me estuvo buscando toda su vida pero nunca me encontró y yo estuve viajando con la doctora toda mi vida hasta que un Dalek me mató.
Gabriel Quesada, 3º ESO

MIS EXTRAÑEZAS
- Llueve…Y es cuando estoy triste. Últimamente solo llueve cuando estoy triste… luego esclarece, solo cuando a mí se me pasa. A veces pienso  que todo tiene relación, pero luego me doy cuenta de que es imposible y es cuando sé que es todo coincidencia.
-Y ¿no has encontrado ningún signo más?- dijo el hombre que tenía delante
- Bueno…  sí, pero no es como el de la lluvia, además, le estoy aburriendo.
- No, que “va”…- añadió con un toque irónico.- Si es interesante para ti, es interesante para mí.
Antes de continuar os debo decir que yo no quería hablar con este señor porque la gente le suele llamar psicólogo, y no me gusta ya que se rían de mí. Mi madre me dice que es mentira, que no pasa nada por ir a ese sitio, pero a mí me da mala espina.
- Ta… También cuando me enfado… empieza a hacer calor en la estancia - respondí yo.
- ¿Estás seguro de eso?
- Sí, he oído comentarios de gente (cuando estoy enfadado) de que de repente ha empezado a hacer muchísimo calor.
- Bien… amigo – titubeó -. Llama a tu mama.
Ella entró y se sentó.
-Después de una ardua investigación declaro a tu hijo anomalía evidente, le iremos a hacer una serie de investigaciones.
A mí no me gustó lo que dijo y empezó a hacer calor en la habitación, de repente apareció una llamita que se extendió por toda la habitación…
El psicólogo me miró con cara de miedo…
Y todo se apagó.
Juan Ros Díaz, 2ºESO

LANZADAS DIRECTAS
Llueve. Las frías lágrimas del invierno bañan un rostro  que, como tantos otros, ha sido olvida por un mundo que no entiende de compromisos ni verdades que no sean demostradas por grandes científicos o publicadas millones de veces por los medios o redes. Por una sociedad que solo busca satisfacer sus caprichos. Por una persona que promete y olvida que las mentiras se clavan como una profunda lanza que no sale de ninguna forma.
Samuel Castellanos Tamayo,  4ºESO

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