ME LLAMO ROJO (LA PERSECUCIÓN)
Encuentra al hombre que me asesinó y te contaré
detalladamente lo que hay en la otra vida, le dijo Fernando o “el rojo” a su
hermano Juan antes de morirse a los 18 años. Juan de 16 años fue en busca de su
asesino, que podía ser cualquiera. Lo primero que hizo fue ir a la casa de "el
rojo". Encontró su móvil en el que ponía que le había llamado una tal “novia”
por lo cual supuso que era su novia y al parecer sí que lo era. Fue a la casa
de su novia para ver de qué hablaban por teléfono. Parecía que tenían un problema
“el rojo” y los padres de su novia. Entonces fue cuando Juan descubrió que
podrían ser los culpables del asesinato. Cuando Juan llegó, los padres se
fueron a otro lugar de España; pero no se fueron de turismo, sino que se fueron
de mudanza. Lo supuso porque vio que no había muebles. Fue a ver si había un
cheque donde pusiera el nombre de la empresa. Allí estaba: Míster León. Fue a la empresa a mirar
cuál fue la última mudanza que hubo. Por suerte no había ninguna familia o
persona que se hubiera mudado después de ellos. Preguntó que a dónde se habían
mudado y se mudaron a la casa número 3 de la calle Azulón. Fue hasta allí y les
preguntó. Dijeron que fueron ellos, pero Juan no tenía pruebas para decírselo a
la policía, lo cual le fastidió mucho porque no les detuvieron y huyeron y Juan
dijo, antes de que se fueran, que volvería a por ellos.
Fernando García, 2º ESO
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