QUÉ LIBRO VIVO
Era por la mañana,
estaba nervioso por ir a la Feria y conocer a todos los autores, entre ellos a
mi padre. Salí tarde, cogiendo el autobús y luego el tren.
Cuando llegué todo el mundo iba con al menos un libro. Fui a ver el puesto de mi
padre. La venta era muy productiva.
El puesto de al lado estaba vacío.
Había un hombre viejo que solo tenía un libro en la mesa. Estaba callado. Le
pregunté el precio del libro, pero no me dijo nada. Cuando abrí el libro, la
letra me absorbió y me adentré en la Feria del Libro, solo que en la Edad
Media. De repente se me olvidó la preocupación que tuve sobre cómo volver, y
disfruté del lugar. Cuando era de noche la gente ya se iba, y me quedé
solo con una joven de mi edad. Me contó que se había quedado huérfana porque
sus padres habían muerto en un accidente de avión. Cuando íbamos a salir del
Retiro, sin darme cuenta, me había casado y tenía hijos. Dos
minutos después era viejo y tenía nietos. Cuando estaba a punto de morir,
estaba en mi casa, otra vez joven. Al fin pude acabarme el libro.
Stanislav Yaruchyk (1º ESO)
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