El momento de partir

OTEAR EL HORIZONTE
Había llegado el momento de partir. Había llegado el momento de decir adiós a lo conocido. De enfrentarse a una carrera entre dos países por orgullo nacional. Dos poderes que se enfrentaban por prestigio. Y ponían a dos equipos de hombres por delante. Como si sus vidas no valieran nada. Si usando su fuerza física o intelectual llegaban los primeros, gloria para todos. Victoria. Vuelta feliz a Inglaterra colmado de honores. De medallas. La medalla de San Jorge. Sería suya. La anhelaba. La quería desde hacía demasiados años. Solo tenía que llegar al Polo Sur antes que una manada de salvajes nórdicos. Pero si llegaban los segundos, la muerte en el hielo sería lo más probable. Asustado, fustigó a sus animales de tiro para empezar el viaje.
Así estaba Robert Falcon Scott el invierno de 1910 a 1911, antes de partir al Polo Sur.
Juan Diego Pérez-Miranda Mata (3º ESO)

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