Un grito en el silencio

200 METROS LIBRE
Estaba oyendo el grito de una mujer. Buceaba. Buscaba algo difícil de encontrar. Era difícil de oír debajo del agua. Subió a la superficie. Ahora oía el llanto de otro niño. También sonaban muy fuertes las sirenas de los helicópteros y del yate de salvamento. Cogió el silbato. Pitó de una manera especial. Fue menguando todo el alboroto. Era de noche. Solo se veía la luz de las linternas. Había una patera a la deriva. Pero las olas eran demasiado grandes. Ahora que había más silencio se oía mejor. Eran los gritos de socorro de unas 15 personas. Calculó que estaban a unos doscientos metros. 
Doscientos y ellos alcanzarían la libertad. Él, habría cumplido otra misión. Dio la orden al yate, los helicópteros y a todo el equipo de que se acercasen a la patera aquellos doscientos metros. Él empezó a nadar lo más rápido posible. Salvar aquellas personas le hacía extremadamente feliz. Había conseguido ser 200 metros más feliz.
Juan Diego (3º ESO)

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