¿Y el futuro?

EL MAL DEL FUTURO
Me llamo Mike y soy un robot. Me diseñaron para exterminar a los hombres sin dinero, según mi creador, ellos no sirven para nada. Solo los ricos deben merecer vivir. Al principio esa regla me parecía bien, pero con el paso del tiempo con toda la gente muerta y como ver a sus hijos gritando al ver sus rostros blanquecinos. Como primer robot que soy prefiero, mirar hacia otro lado. Eso me llevó a pensar que debía hacer algo.
Nuestro general del sector D nos dijo que hoy íbamos al barrio pobre de Western Jean, y decidí reunirme con un humano. Ya sé lo que pensáis: hala, que malote el robot A-12. Pero no, al llegar me reuní con él.
A los dos días nos colamos en el laboratorio central, allí estaban el WANDA, la memoria central. Si destruíamos eso todos los robots quedarían desactivados. Sin armar jaleo y con los medios necesarios, nos pudimos colar. Al intentar yo romperlo, él me paró y me dijo: “¿estás seguro?”. Sabía a lo que se refería, al romperlo me desactivaría. Le dije que sí.
¡¡¡¡¡Paaafff!!!!! Eso fue lo último que oí y la última alegría que sentí.

Pablo Jiménez Alonso (1º ESO)

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